martes, 10 de marzo de 2015


Mosén Jesús López Bello
La generación sacerdotal aragonesa del 27

Monseñor D. Elias Yanes, Arzobispo emérito de Zaragoza, en la homilia que predicó en la Basílica del Pilar el 18/04/1990, en las exequias de D. Jesúsd López Bello, lo definio como "una persona sencilla y humilde, discreta, delicada, sumamente respetuosa que, sin hacer ruido, trataba de hacer el bien, con toda su capacidad, con toda su dedicación". Realzaba su habilidad para fomentar y conducir vocaciones al Seminario y a la vida religiosa.

Siempre "a disposición del Obispo". Siempre sacerdote-sacerdote. Comunicador de vivencias espirituales." Así habla del "tío Jesús" el autor, D. Jesús López Medel, en este libro-documento. No es una biografía al uso. Semejo un caleidos¬copio en el que las semblanzas sobre su figura, presentadas por diversas personas, no se yuxta¬ponen sino que se engloban para, en coloridas facetas, tallar un prototipo de sacerdote-sacer¬dote que no termina en él; podemos nominado en otros conocidos nuestros.

D. Jesús López Medel, jurista y educador, Premio Nacional de Literatura, consigue desaparecer y hacer hablar a "los otros"; ¡hasta al mismo Mosén Jesús!, a través de sus escritos... Crea un ambiente local; nos parece caminar por las fotografías recuperando lugares y épocas. Y consigue —lo que 'no es poco- adentrarse en un alma sacerdotal, contemplativa, pobre, austera y cordial.

Entre las páginas más bellas del libro están las de la homilía del 5-10¬-1928 (pp. 285 a 295), en una primera Misa. Debe¬rían publicarse en hojas sueltas y llegar a todos los ámbitos sacerdotales de la Iglesia. Difícilmente se podrá decir más y mejor lo que es la esencia del sacerdote.