"Mosén Jesús López Bello- La generación sacerdotal aragonesa del 27".
"Monseñor D. Elías Yanes, Arzobispo emérito de Zaragoza, en la homilía que predicó en la Basílica del Pilar el 18-04-90, en las exequias de D. Jesús López Bello, lo definió como "una persona sencilla y humilde, discreta, delicada, sumamente respetuosa que, sin hacer ruido, trataba de hacer el bien con toda su capacidad, con toda su dedicación". Realmente su habilidad para fomentar y conducir vocaciones al Seminario y a la vida religiosa.
Siempre "a disposición del obispo". Siempre sacerdote-sacerdote. Comunicador de vivencias espirituales. Así habla del "tío Jesús" el autor D. Jesús López Medel, en este libro-documento. No es una biografía al uso. Semeja un caleidoscopio en el que las semblanzas sobre su figura, presentadas por diversas personas, no se yuxtaponen sino se engloban para, en coloridas facetas, tallar un prototipo de sacerdote-sacerdote que no termina en él ; podemos nominarlo en otros conocidos nuestros.
D. Jesús López Medel, jurista y educador, Premio Nacional de Literatura, consigue desaparcer y hacer hablar a "los otros"; ¡hasta al mismo Mosén Jesús!, a través de sus escritos... Crea un ambiente local; nos parece caminar por las fotografías recuperando lugares y épocas. Y consigue -lo que no es poco- adentrarse en un alma saerdotal, contemplativa, pobre, austera y cordial.
Entre las páginas más bellas del libro están las de la homilía del 05-10-1928 (pp. 285 a 295), en una primera Misa. Deberían publicarse en hojas sueltas y llegar a todos los àmbitos sacerdotales de la Iglesia. Dificilmente se podrá decir más y mejor lo que es la esencia del sacerdote.
"Monseñor D. Elías Yanes, Arzobispo emérito de Zaragoza, en la homilía que predicó en la Basílica del Pilar el 18-04-90, en las exequias de D. Jesús López Bello, lo definió como "una persona sencilla y humilde, discreta, delicada, sumamente respetuosa que, sin hacer ruido, trataba de hacer el bien con toda su capacidad, con toda su dedicación". Realmente su habilidad para fomentar y conducir vocaciones al Seminario y a la vida religiosa.
Siempre "a disposición del obispo". Siempre sacerdote-sacerdote. Comunicador de vivencias espirituales. Así habla del "tío Jesús" el autor D. Jesús López Medel, en este libro-documento. No es una biografía al uso. Semeja un caleidoscopio en el que las semblanzas sobre su figura, presentadas por diversas personas, no se yuxtaponen sino se engloban para, en coloridas facetas, tallar un prototipo de sacerdote-sacerdote que no termina en él ; podemos nominarlo en otros conocidos nuestros.
D. Jesús López Medel, jurista y educador, Premio Nacional de Literatura, consigue desaparcer y hacer hablar a "los otros"; ¡hasta al mismo Mosén Jesús!, a través de sus escritos... Crea un ambiente local; nos parece caminar por las fotografías recuperando lugares y épocas. Y consigue -lo que no es poco- adentrarse en un alma saerdotal, contemplativa, pobre, austera y cordial.
Entre las páginas más bellas del libro están las de la homilía del 05-10-1928 (pp. 285 a 295), en una primera Misa. Deberían publicarse en hojas sueltas y llegar a todos los àmbitos sacerdotales de la Iglesia. Dificilmente se podrá decir más y mejor lo que es la esencia del sacerdote.
María Esther Prado
Revista "El Maestro Católico"
Núm. 456 Sepbre-Diciembre 2000
Núm. 456 Sepbre-Diciembre 2000
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