Con su lozanía sacerdotal, ímpetu, cordura, valentía, entrega a los demás, etc., se  había  almacenado  el "torrente" espiritual  de  Luesma Y Torre de Arcas, en las circunstancias descritas en el orden  eclesial, en  la  obra,  ya  citada,  "El  Seminario   de  Zaragoza   siglo   XX" (en  su página 64, se relata la manifestación  y  riesgo de asalto al  Seminario, en un primero de  mayo).
4.1. Parroquia  de Bello
Cuando en 1934, se convoca concurso de curatos, mosén Jesús va a Zaragoza a dejar su opción "a la voluntad del Sr. Arzobispo". Pero él mismo, en su curriculum manuscrito, confiesa que, pese a  cuanto estaba pasando, en Torre de Arcas, "la Providencia velaba por nosotros" . (Un sacerdote de Villar de los Navarros,  y  cercano  a la curia ya se había interesado para que fuese a su pueblo natal). En un encuentro casual en el palacio arzobispal,  con su director  espiritual, don Andrés Vicente, éste, al saber de su petición de destino, y haber quedado vacante la parroquia de su pueblo Bello (Teruel), debió de interesarse... Pues lo cierto es que en agosto de 1934 tomó  posesión, de aquella  parroquia, hasta agosto de  1943.
En los primeros días siguientes al Alzamiento, las tropas republicanas estaban cercanas a Calamocha, por varios puntos -Rudilla y Ojos Negros. Luego, se consolidó el frente. Fue distinta la vida pastoral de 1934 a 1936: Bello era un pueblo católico, de raigambre carlista. De ahí salieron el cardenal Marco de Bello, enterrado en Roma, y  el General carlista de idéntico apellido. Tenía asignado  el  municipio de Las Cuerlas (Zaragoza). Sin complicaciones políticas. Con una casa parroquial amplia, y una ermita anexa. Lindando con la laguna de Gallocanta. Con buenos servicios de luz, agua de pozo. Médico, veterinario y farmacéutico. De la  "Tebaida",  de  Torre  de  Arcas, pasaría -diríamos- a "Emaús". Catequesis numerosa, con cámara de cine. Bibliotecas. Misiones extraordinarias por los PP. Redentoristas, entre nuestro pariente, P. Perisé, rector muchos años en Zaragoza y Santander. Limosnas a los pobres. A su madre, alguna vez, le preocupaba su desprendimiento material. Confesiones abundantes. Primeras comuniones. Visitas a enfermos y   matrimonios.
Mosén Jesús lo relata ampliamente.  Nosotros  vivimos  una  buena parte de este tiempo en Bello, en  las  vacaciones  del  curso, llenándome de emoción el recordar estos años. Pido disculpas por ser lo más escueto posible. Aunque con ello no se traduzca la hondura de esa magna entrega sacerdotal, y el ca udal de lo que hemos llamado "embalse" espiritual. Los testigos de entonces y de hoy, ayudarán a comprenderlo.  El  mismo  mosén  Jesús  divide  en  tres  sus  etapas: la
 
 
primera, antes de la Guerra Civil (LD, pág. 52) : "normal...y principio de vocaciones religiosas y sacerdotales entre monaguillos" . Describe igualmente el rapto del cuadro del Corazón de Jesús, que fue llevado a los calabozos. Amotinado el pueblo de Bello, fue sacado contra la voluntad del Alcalde, y llevado a la casa parroquial. El Secretario fue detenido y llevado a Calamocha, pero el capitán, ante la defensa que hizo el pueblo amotinado en la casa parroquial, lo dejó en libertad. Era en los primeros meses de 1936. El Corazón de Jesús recibió culto hasta septiembre de dicho año, en que fue devuelto, de forma entusiasta, al Ayuntamiento. Prohibiciones del régimen republicano, amenazas, supresión de procesiones y romerías, multas que nunca llegaron a pagar. Respondiendo el pueblo maravillosamente. (Ese episodio lo trata en su testimonio de 2009, el que entonces era uno de los monaguillos y hoy destacado profesor Mariano Barrado).
Iniciada  la contienda,  su tarea  pastoral  se vio  incrementada  por tener que  ocuparse,  además   de  la  parroquia  de   Las  Cuerlas,  de  las  de Odón,  y  Torralba   de  los  Sisones,  y  "como  pude,   volando  como  el viento...en   bicicleta".   (Lo   hacía   con   su   sotana   y   teja.   Si   yo   le acompañaba,   me  llevaba  en  manillar,  con   una  almohadilla.   El  las fiestas,  acompañaba,  en las carreras de  bicicletas, a  los mozos).
Le afectaron las noticias de los sucesivos fusilamientos de sacerdotes de la comarca de Alcañiz-Monroyo-Torre de Arcas, a muchos de los cuales había acompañado, en sus tareas apostólicas. No los olvidó  en la oración y los tenía anotados en su  Breviario.
De los testimonios, subrayo el de don Vicente del Val, quien era entonces seminarista en Odón (LD, págs. 125-132), el del catedrático y sacerdote don Pascual Martínez Calvo (LD, págs. 210-211), el de la que era una niña de catecismo luego con vocación religiosa, Conchita Garrido, que han sido corroborados y ampliados. Confirman que, en alguna medida, tenía acaso en la parroquia el mayor número de monaguillos y de vocaciones para el Seminario. (V.  también el testimonio de sus dirigidas religiosas,  Marta  de  Jesús,  mercedaria, Sor Lucía Domingo, dominica, Sor  Margarita,  y  Sor  Lourdes Hernández  (LD, págs. 215-235).
Y en cuanto a las homilías en este período, destaco, entre otras, las siguientes: Oración fúnebre al  soldado,  en  julio  de  1939,  el  primero de  los caídos  de  Bello, de cuyo acto fui testigo  (LD, págs.  336-337); la vibrante "Virgen del Pilar", de 12-12-1936 (en resumen, LD, págs. 337-341. Su texto íntegro se publicó en "El Pilar", octubre de 1992); el de Santa Orosia, patrona de Las Cuerlas,  1940  (LD,  págs.  341- 343); San Bartolomé (LD, págs. 344- 350, en la parroquia de Odón, 1938);  y  el  de  Santiago,  patrón  de  España,  1936   (LD,  págs.    350-
354).
 
 
Otras  homilías  inéditas,  no  incorporadas  al  LD,  son,  entre  otras,  las siguientes:   Domingo  de  la  Santísima  Trinidad,  en  el  santuario   de Bello;   Primera   Comunión,   Día  de  la  Ascensión;   Bendición   de   una bandera,   Bello   1936-37;   Oración   sagrada,   en   la   capilla   de   los Sagrados   Corporales   de   21-1-1930;   Toma   de   hábito,   en   la   MM. Dominicas   de   Daroca,   1940;   Profesión   solemne   en   las   mismas; Domingo   de   la   Santísima   Trinidad,   aunque   su   redacción   data   de 1929;   Cruzados   de   la   Eucarística;   Plática   de   Jueves   Eucarísticos 1935-40;  San  Fabián  y  San  Sebastián,  1939;  Natividad  de  la  Virgen María,   1935;Inmaculada,   en   Esclavas   de   Daroca,   1941;  Nuestra Señora  de  los  Dolores,  1945;  la Asunción,  1942;  a  la  Madre de  Dios, texto  incompleto,  sin fecha;  Primera  Misa de San  Luis Gonzaga, texto parcial;  San  Sebastián,  parcial,  1935;  Bienvenida,  en julio  de  1936, en Bello, a los voluntarios para  ir al frente.
Como vocaciones en Bello, confirmó la de Amparo Hernández, para Santa Ana, además de Dolores Serraller y Patro Aramburu, y como dominicas de Daroca, entre otras, Lucía Rodrigo y Gloría Vicente, y dominicas, ya fallecidas las tres.
Un concurso de curatos le llevó a Huesa del Común. Había firmado "a voluntad de un prelado". Una "mano" oriunda  de  Huesa,  le  llevó a este municipio  turolense,  en 1943.
4.2. Parroquias de Huesa del Común y de Plou
Le fue difícil despedirse de Bello a mosén Jesús. La llegada a Huesa del Común fue animada en nombre de  la  Acción  Católica,  por Apolonia Burillo, en una carta, que nos hace recordar aquellas voces frecuentes de "Ha llegado el Sr.  cura  de Bello"  (LD,  pág.  130), pues se tornan en "Bendito el que viene en nombre del Señor'' (LD, pág. 257). (Mi etapa final de Bachillerato la compartí en las vacaciones, en ese municipio, sin luz, teléfono, agua.  Nosotros  hicimos  gestiones para superarlas años más tarde, y de ahí e título de "Hijo adoptivo de Huesa del Común"). Pueblo víctima de la Guerra Civil, en dos momentos contradictorios. Con las huellas y destrozos familiares consiguientes, mosén Jesús llevó el espíritu de pacificación y reconciliación del que ya en Bello había hecho gala :
"Sin descanso, con todos, muy amante de la  Eucaristía, excursiones a los pueblos medio abandonados para visitar los sagrarios, reparación de blasfemias...la casa parroquial con la Virgen del Pilar...confesionario...insistencia en la comunión diaria...no  le  importa  darla  de madrugada  si se  iba  a trabajar...".
La parroquia aneja de Plou distaba varios kilómetros, carretera de tierra, con un doble puerto. Ya se le hacía costoso el desplazamiento. El   veterinario   le   ofreció   su   moto,   pero   sólo   lo   hizo   una  vez.
 
Semejante entrega a su anterior parroquia de Bello, con mayor sacrificio  material.
Su madre, María, no se rendía, pese a sus años, y ante la gran cuesta para llegar a la iglesia. La operación de la vista en Barcelona    empezó a mermar su salud. Nada de todo esto le turbaba. En Huesa y Plou, tuvo varias vocaciones de dominicas para el convento de Daroca, así como de cuatro sacerdotes . Adolfo Yus fue uno de sus monaguillos, hijo del carpintero, al que donó su bicicleta "famosa". Otro monaguillo fue Gil Plou (V. sus testimonios de 2008). gualmente de esta época viene el conocimiento de Pascual Martínez Calvo, Catedrático y sacerdote, seminarista de Segura, cercano a Huesa,  cuando  (LD, págs.   210-211)  -dice--:
"volábamos a recibir su consejo y entusiasmo. Ejemplar apóstol, carismático, formación vocacional de aquellos años, confesarse con él, hablar era una delicia...su celo y entusiasmo llenaban la iglesia. Religiosos, misioneros y seminaristas hallaron en él su espaldarazo...Por decenas se cuentan los que a su llamada volaron al seminario...respiraba santidad...".
Su testimonio  de 2009  respira  un gran conocimiento  y es de profunda espiritualidad    para    su    valoración    de    virtudes    e    identidad    del sacerdocio  de mosén con laIglesia.
En verdad, era una floración que se hacía más difícil en Huesa y Plou, pero que se hizo muy natural, con la ayuda de Dios, pues, "su fe y unción conmovía a todos" . (Sor Rosa, Sor Asunción, Sor Natividad y Sor María Pilar, dominicas de Daroca). Más solidario, si ca be, con las familias. Con los mayores -a  algunos  enfermos-  después  de visitarlos, solía dejar debajo de la almohada  algún  donativo.
Sigue preparando y redactando a mano sus homilías: San Miguel, el patrono  (LD, pág.  360,  1943-45),  Primera  Comunión  (LD, págs. 366-
368, 1943), Toma de hábito (LD, págs. 360-366), tres dominicas en Daroca (LD, págs. 369-374). Entre las inéditas: Sagrado Corazón (Huesa-Plou,  1945), o Carta a una religiosa  (Huesa).
El día 20 de junio de 1945 falleció su "santa madre" (LD, pág.  54). Honda pena. Etapa en que la sobrina Madre Fe, que le acompañaba entonces, decide su vocación religiosa para escolapia (LD, págs. 232- 233). En todos estos años, hacía ejercicios espirituales en la "Quinta Julieta", de Zaragoza. En los veranos, va a hacerlos a  la  Cartuja de Aula Dei o de la Oliva (Navarra). Con el abad de este  ultimo monasterio, Mariano Crespo, vocación de la Acción Católica de Zaragoza, tuvo entrañable amistad  y  relación  espirtua l  (LD, pág. 205).