sábado, 8 de agosto de 2015

4.- EL EMBALSE ESPIRITUAL Y SACERDOTAL: BELLO (TERUEL}) LAS CUERLAS (ZARAGOZA) Y HUESA DEL COMUN (TERUEL)

Con su lozanía sacerdotal, ímpetu, cordura, valentía, entrega a los demás, etc., se había almacenado el "torrente" espiritual de Luesma Y Torre de Arcas, en las circunstancias descritas en el orden eclesial, en la obra, ya citada, "El Seminario de Zaragoza siglo XX" (en su página 64, se relata la manifestación y riesgo de asalto al Seminario, en un primero de mayo).

4.1. Parroquia de Bello

Cuando en 1934, se convoca concurso de curatos, mosén Jesús va a Zaragoza a dejar su opción "a la voluntad del Sr. Arzobispo". Pero él mismo, en su curriculum manuscrito, confiesa que, pese a cuanto estaba pasando, en Torre de Arcas, "la Providencia velaba por nosotros" . (Un sacerdote de Villar de los Navarros, y cercano a la curia ya se había interesado para que fuese a su pueblo natal). En un encuentro casual en el palacio arzobispal, con su director espiritual, don Andrés Vicente, éste, al saber de su petición de destino, y haber quedado vacante la parroquia de su pueblo Bello (Teruel), debió de interesarse... Pues lo cierto es que en agosto de 1934 tomó posesión, de aquella parroquia, hasta agosto de 1943.

En los primeros días siguientes al Alzamiento, las tropas republicanas estaban cercanas a Calamocha, por varios puntos -Rudilla y Ojos Negros. Luego, se consolidó el frente. Fue distinta la vida pastoral de 1934 a 1936: Bello era un pueblo católico, de raigambre carlista. De ahí salieron el cardenal Marco de Bello, enterrado en Roma, y el General carlista de idéntico apellido. Tenía asignado el municipio de Las Cuerlas (Zaragoza). Sin complicaciones políticas. Con una casa parroquial amplia, y una ermita anexa. Lindando con la laguna de Gallocanta. Con buenos servicios de luz, agua de pozo. Médico, veterinario y farmacéutico. De la "Tebaida", de Torre de Arcas, pasaría -diríamos- a "Emaús". Catequesis numerosa, con cámara de cine. Bibliotecas. Misiones extraordinarias por los PP. Redentoristas, entre nuestro pariente, P. Perisé, rector muchos años en Zaragoza y Santander. Limosnas a los pobres. A su madre, alguna vez, le preocupaba su desprendimiento material. Confesiones abundantes. Primeras comuniones. Visitas a enfermos y matrimonios.

Mosén Jesús lo relata ampliamente. Nosotros vivimos una buena parte de este tiempo en Bello, en las vacaciones del curso, llenándome de emoción el recordar estos años. Pido disculpas por ser lo más escueto posible. Aunque con ello no se traduzca la hondura de esa magna entrega sacerdotal, y el ca udal de lo que hemos llamado "embalse" espiritual. Los testigos de entonces y de hoy, ayudarán a comprenderlo. El mismo mosén Jesús divide en tres sus etapas: la primera, antes de la Guerra Civil (LD, pág. 52) : "normal...y principio de vocaciones religiosas y sacerdotales entre monaguillos" . Describe igualmente el rapto del cuadro del Corazón de Jesús, que fue llevado a los calabozos. Amotinado el pueblo de Bello, fue sacado contra la voluntad del Alcalde, y llevado a la casa parroquial. El Secretario fue detenido y llevado a Calamocha, pero el capitán, ante la defensa que hizo el pueblo amotinado en la casa parroquial, lo dejó en libertad. Era en los primeros meses de 1936. El Corazón de Jesús recibió culto hasta septiembre de dicho año, en que fue devuelto, de forma entusiasta, al Ayuntamiento. Prohibiciones del régimen republicano, amenazas, supresión de procesiones y romerías, multas que nunca llegaron a pagar. Respondiendo el pueblo maravillosamente. (Ese episodio lo trata en su testimonio de 2009, el que entonces era uno de los monaguillos y hoy destacado profesor Mariano Barrado).

Iniciada la contienda, su tarea pastoral se vio incrementada por tener que ocuparse, además de la parroquia de Las Cuerlas, de las de Odón, y Torralba de los Sisones, y "como pude, volando como el viento...en bicicleta". (Lo hacía con su sotana y teja. Si yo le acompañaba, me llevaba en manillar, con una almohadilla. El las fiestas, acompañaba, en las carreras de bicicletas, a los mozos).

Le afectaron las noticias de los sucesivos fusilamientos de sacerdotes de la comarca de Alcañiz-Monroyo-Torre de Arcas, a muchos de los cuales había acompañado, en sus tareas apostólicas. No los olvidó en la oración y los tenía anotados en su Breviario.

De los testimonios, subrayo el de don Vicente del Val, quien era entonces seminarista en Odón (LD, págs. 125-132), el del catedrático y sacerdote don Pascual Martínez Calvo (LD, págs. 210-211), el de la que era una niña de catecismo luego con vocación religiosa, Conchita Garrido, que han sido corroborados y ampliados. Confirman que, en alguna medida, tenía acaso en la parroquia el mayor número de monaguillos y de vocaciones para el Seminario. (V. también el testimonio de sus dirigidas religiosas, Marta de Jesús, mercedaria, Sor Lucía Domingo, dominica, Sor Margarita, y Sor Lourdes Hernández (LD, págs. 215-235).

Y en cuanto a las homilías en este período, destaco, entre otras, las siguientes: Oración fúnebre al soldado, en julio de 1939, el primero de los caídos de Bello, de cuyo acto fui testigo (LD, págs. 336-337); la vibrante "Virgen del Pilar", de 12-12-1936 (en resumen, LD, págs. 337-341. Su texto íntegro se publicó en "El Pilar", octubre de 1992); el de Santa Orosia, patrona de Las Cuerlas, 1940 (LD, págs. 341- 343); San Bartolomé (LD, págs. 344- 350, en la parroquia de Odón, 1938); y el de Santiago, patrón de España, 1936 (LD, págs. 350- 354).

Otras homilías inéditas, no incorporadas al LD, son, entre otras, las siguientes: Domingo de la Santísima Trinidad, en el santuario de Bello; Primera Comunión, Día de la Ascensión; Bendición de una bandera, Bello 1936-37; Oración sagrada, en la capilla de los Sagrados Corporales de 21-1-1930; Toma de hábito, en la MM. Dominicas de Daroca, 1940; Profesión solemne en las mismas; Domingo de la Santísima Trinidad, aunque su redacción data de 1929; Cruzados de la Eucarística; Plática de Jueves Eucarísticos 1935-40; San Fabián y San Sebastián, 1939; Natividad de la Virgen María, 1935;Inmaculada, en Esclavas de Daroca, 1941; Nuestra Señora de los Dolores, 1945; la Asunción, 1942; a la Madre de Dios, texto incompleto, sin fecha; Primera Misa de San Luis Gonzaga, texto parcial; San Sebastián, parcial, 1935; Bienvenida, en julio de 1936, en Bello, a los voluntarios para ir al frente.

Como vocaciones en Bello, confirmó la de Amparo Hernández, para Santa Ana, además de Dolores Serraller y Patro Aramburu, y como dominicas de Daroca, entre otras, Lucía Rodrigo y Gloría Vicente, y dominicas, ya fallecidas las tres.

Un concurso de curatos le llevó a Huesa del Común. Había firmado "a voluntad de un prelado". Una "mano" oriunda de Huesa, le llevó a este municipio turolense, en 1943.

4.2. Parroquias de Huesa del Común y de Plou

Le fue difícil despedirse de Bello a mosén Jesús. La llegada a Huesa del Común fue animada en nombre de la Acción Católica, por Apolonia Burillo, en una carta, que nos hace recordar aquellas voces frecuentes de "Ha llegado el Sr. cura de Bello" (LD, pág. 130), pues se tornan en "Bendito el que viene en nombre del Señor'' (LD, pág. 257). (Mi etapa final de Bachillerato la compartí en las vacaciones, en ese municipio, sin luz, teléfono, agua. Nosotros hicimos gestiones para superarlas años más tarde, y de ahí e título de "Hijo adoptivo de Huesa del Común"). Pueblo víctima de la Guerra Civil, en dos momentos contradictorios. Con las huellas y destrozos familiares consiguientes, mosén Jesús llevó el espíritu de pacificación y reconciliación del que ya en Bello había hecho gala :

"Sin descanso, con todos, muy amante de la Eucaristía, excursiones a los pueblos medio abandonados para visitar los sagrarios, reparación de blasfemias...la casa parroquial con la Virgen del Pilar...confesionario...insistencia en la comunión diaria...no le importa darla de madrugada si se iba a trabajar...".

La parroquia aneja de Plou distaba varios kilómetros, carretera de tierra, con un doble puerto. Ya se le hacía costoso el desplazamiento. El veterinario le ofreció su moto, pero sólo lo hizo una vez.

Semejante entrega a su anterior parroquia de Bello, con mayor sacrificio material.

Su madre, María, no se rendía, pese a sus años, y ante la gran cuesta para llegar a la iglesia. La operación de la vista en Barcelona empezó a mermar su salud. Nada de todo esto le turbaba. En Huesa y Plou, tuvo varias vocaciones de dominicas para el convento de Daroca, así como de cuatro sacerdotes . Adolfo Yus fue uno de sus monaguillos, hijo del carpintero, al que donó su bicicleta "famosa". Otro monaguillo fue Gil Plou (V. sus testimonios de 2008). gualmente de esta época viene el conocimiento de Pascual Martínez Calvo, Catedrático y sacerdote, seminarista de Segura, cercano a Huesa, cuando (LD, págs. 210-211) -dice--:

"volábamos a recibir su consejo y entusiasmo. Ejemplar apóstol, carismático, formación vocacional de aquellos años, confesarse con él, hablar era una delicia...su celo y entusiasmo llenaban la iglesia. Religiosos, misioneros y seminaristas hallaron en él su espaldarazo...Por decenas se cuentan los que a su llamada volaron al seminario...respiraba santidad...".

Su testimonio de 2009 respira un gran conocimiento y es de profunda espiritualidad para su valoración de virtudes e identidad del sacerdocio de mosén con laIglesia.

En verdad, era una floración que se hacía más difícil en Huesa y Plou, pero que se hizo muy natural, con la ayuda de Dios, pues, "su fe y unción conmovía a todos" . (Sor Rosa, Sor Asunción, Sor Natividad y Sor María Pilar, dominicas de Daroca). Más solidario, si ca be, con las familias. Con los mayores -a algunos enfermos- después de visitarlos, solía dejar debajo de la almohada algún donativo.

Sigue preparando y redactando a mano sus homilías: San Miguel, el patrono (LD, pág. 360, 1943-45), Primera Comunión (LD, págs. 366- 368, 1943), Toma de hábito (LD, págs. 360-366), tres dominicas en Daroca (LD, págs. 369-374). Entre las inéditas: Sagrado Corazón (Huesa-Plou, 1945), o Carta a una religiosa (Huesa).

El día 20 de junio de 1945 falleció su "santa madre" (LD, pág. 54). Honda pena. Etapa en que la sobrina Madre Fe, que le acompañaba entonces, decide su vocación religiosa para escolapia (LD, págs. 232- 233). En todos estos años, hacía ejercicios espirituales en la "Quinta Julieta", de Zaragoza. En los veranos, va a hacerlos a la Cartuja de Aula Dei o de la Oliva (Navarra). Con el abad de este ultimo monasterio, Mariano Crespo, vocación de la Acción Católica de Zaragoza, tuvo entrañable amistad y relación espirtua l (LD, pág. 205).

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